EL CONVENTO FRANCISCANO
Es uno de los más antiguos de Guadix, pues se inició su construcción a finales del siglo XV. El elemento que mejor se conserva es el claustro formado por un primer cuerpo con cenadores de arcos de medio punto elaborados en ladrillo y sustentados por columnas, sobre él se eleva un segundo cuerpo con arcos rebajados también de ladrillo. El resto del convento se encuentra muy modificado debido a reformas de diferentes épocas.
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| Portada gótica del convento. |
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| Convento e iglesia en el ángulo de la plaza. |
EL TEMPLO
La portada de la iglesia de cantería es de tipo gótico muy simple, aunque con algunas molduraciones, un arco mixtilíneo y un escudo.
El interior del templo posee una sola nave con capilla mayor separada por un arco apuntado. Los muros fueron realizados con tapial y machones de ladrillo, excepto la capilla mayor, construida en su totalidad con ladrillo. Posteriormente se le añadieron algunas capillas laterales.
Las cubiertas, los elementos de mayor belleza, consisten en armaduras mudéjares de par y nudillo elaboradas con técnica nazarí gracias al respeto que los monjes sentían por el arte musulmán. En la nave principal, las tirantes pareadas, pechinas de los ángulos y los lugares más significativos se decoran mediante lacería apeinazada y ataujerada más una cupulilla de mocárabes en el centro del almizate o harneruelo. Para compensar los empujes laterales y evitar el desplome de los muros, seis tirantes pareadas y apeinazadas con labor de lazo unen las paredes perimetrales, en los ángulos esa labor la realizan otras tirantes más pequeñas llamadas cuadrales.
La capilla mayor se cubre con una rica armadura ochavada completamente decorada con lacería, más una tirante pareada y bellas pechinas colgantes. Todas las armaduras se decoran con una suave policromía de motivos geométricos, heráldicos...
El interior del templo posee una sola nave con capilla mayor separada por un arco apuntado. Los muros fueron realizados con tapial y machones de ladrillo, excepto la capilla mayor, construida en su totalidad con ladrillo. Posteriormente se le añadieron algunas capillas laterales.
Las cubiertas, los elementos de mayor belleza, consisten en armaduras mudéjares de par y nudillo elaboradas con técnica nazarí gracias al respeto que los monjes sentían por el arte musulmán. En la nave principal, las tirantes pareadas, pechinas de los ángulos y los lugares más significativos se decoran mediante lacería apeinazada y ataujerada más una cupulilla de mocárabes en el centro del almizate o harneruelo. Para compensar los empujes laterales y evitar el desplome de los muros, seis tirantes pareadas y apeinazadas con labor de lazo unen las paredes perimetrales, en los ángulos esa labor la realizan otras tirantes más pequeñas llamadas cuadrales.
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| Cupulilla de mocárabes en el centro del almizate o harneruelo. |
La capilla mayor se cubre con una rica armadura ochavada completamente decorada con lacería, más una tirante pareada y bellas pechinas colgantes. Todas las armaduras se decoran con una suave policromía de motivos geométricos, heráldicos...
A los pies, el coro en alto se sostiene en un alfarje o techo plano de dos órdenes de vigas, las jácenas y las jaldetas, perfiladas con labor de menados a base de alfardones lobulados y chillas estrelladas.
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| Alfarje o techo plano de dos órdenes de vigas, las jácenas y las jaldetas. |
Las familias nobiliarias y hermandades dotaron al templo de gran cantidad de obras de arte, muy dañadas o destruidas en épocas posteriores como la invasión francesa, la guerra civil...
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| Cabecera del templo. |
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